sábado, 27 de julio de 2013

¿Arte, tradición, o tortura? ¿Dos no luchan si uno no quiere, seguro?





Hola, me presento, soy negro,
¿qué más da mi nombre, llevo un número grabado a fuego.
Soy un esclavo, no importa lo que siento,
a la raza superior debo rendir mi último aliento.
Dicen que sirvo para una cosa y nada más, 

kilos y kilos de pura masa muscular;

¡mira qué genética tengo, soy un guerrero!, 

maldita mi suerte no me dan otra oportunidad.

Me alimentan y me tratan como un semental, 


dicen que es un honor que no me puedo quejar;


cuando son adultos se llevan a mis hermanos


y nunca regresan, yo sé bien a dónde van.

Matan a sus semejantes ¡qué puedo esperar!, 

matan por dinero, por celos, por gobernar, 

matan por un territorio, matan por matar, o por pura diversion.

Y ese sera mi signo; 


y que ironía que me llamen animal mis asesinos.

Nací para morir violentamente no hay otro camino;

voy a luchar aunque sea un duelo desigual, 

malditos sádicos, mi bravura es valor añadido. 



Yo, siento el dolor, oigo el clamor,
viva la plaza es arte español,
rojo el color, es ese olor,
el de mi sangre en la arena.



Me han soltado en una plaza, 

no tengo escapatoria. 
Me han puesto a un hombre en frente haciendo el paria, 
otros salen y clavan banderillas en mi espalda; 
y un tipo en un caballo hace más daño con su lanza. 
Una muchedumbre me abruma desde las gradas (ole) 
se recrean en mi agonía desesperada.
Se supone que son la especie evolucionada, 
no comprendo tanta tortura 
¡yo no he hecho nada!
Cuando sangro ellos jalean excitados,
yo jadeo estresado 
con los nervios desencajados; 
con la lengua a un palmo del suelo 
estoy agotado, agobiado, mareado por un trapo colorado. 
¿Crees que no siento nada, que mi dolor no es real; 
o te importa una mierda porque soy un animal?, 
sé que el tiempo se acaba 
y sé que no puedo escapar, 
por eso estoy asustado porque se acerca el final.
Para que gente con peinetas y abanicos se diviertan, 
ganaderos se hagan ricos a tu costa 
y que te vendan, que esto no es una barbarie, 
es cultura tradición. Es dinero, y por eso justificáis la aberración. 




Yo, siento el dolor, oigo el clamor,
viva la plaza es arte español,
rojo el color, es ese olor,
el de mi sangre en la arena.



Y se extrañan cuando vienen las cornadas, 

ya no tengo nada que perder, nada;
ahora sé dónde atacar y te voy a arrastrar 
en mi viaje el infierno la última parada. 
Voy a insertar tu torso en mis astas, 
como un tenedor en un boquerón hasta 
que mi cornamenta quede carmesí 
y que reine entre los tuyos el terror y el frenesí.
Tú querias lucirte con un toro bravo, 
pero ya no cortarás mas orejas ni más rabos;
saldrás en brazos de la plaza,
el último en oír el llanto de tu esposa 
y la sirena en la ambulancia.
Ésta ha sido la corrida de tu vida,
dejarás a tu familia desolada destruida. 
Sangre en la arena, nada en tus venas , 
huérfanos y penas, ésta es tu última faena. 
Y qué esperabas si jugabas con el fuego, 
acabaste dando vueltas de campana por el ruedo.
Quién puede negar que es un trágico final,
aunque algunos podéis elegir cuando pelear.




Yo, siento el dolor, oigo el clamor,
viva la plaza es arte español,
rojo el color, es ese olor,
el de mi sangre en la arena.





jueves, 25 de julio de 2013

Pequeñas cosas.

   Hola damiselos y caballeras, supongo que os habréis dado cuenta del cambio "radical" que ha tenido el blog. No, no es por nada en especial, sino porque he cambiado yo y a su vez debería de cambiar el blog también, puesto que no es nada más que yo, mis pensamientos y mis emociones hechos palabras.
   También tengo que disculparme por no dar lo prometido -segunda parte de Pantera y el final alternativo del caso "José Bretón"-, pero es que tengo demasiado tiempo libre. Sí, como lo oyes, demasiado. Como tengo demasiado lo desperdicio, pero ahora intentaré escribir en las madrugadas que es cuando más tranquila estoy y no tengo otra cosa mejor que hacer.

   Después de esa intro, vengo con la entrada: las pequeñas cosas, los pequeños detalles del día a día y en los pequeños gestos en los que sólo me fijo yo.
   Mis manos. Sí, mis manos. Últimamente no dejo de mirarme las manos, pero es porque me fascinan. Mis manos no son para nada femeninas, pero son delicadas y trabajan muy bien. No son bastas ni duras, es más, es una de las partes de mi cuerpo más suaves. Han sufrido mucho y rara es la vez que no tienen ninguna herida, tengo muchas cicatrices y las venas se me marcan muchísimo. Mis uñas no son nada del otro mundo, casi siempre las tengo sucias y rara es la vez que las tengo pintadas. Muchos me han dicho que tengo manos de chico, pero ¿es que eso tiene algo de malo? Yo no hago nada que sea femenino con las manos, sólo las enseño a trabajar y las domino; no me preocupo si se me parte una, dos o las diez uñas. Sencillamente, son mis manos, y me encantan porque sé que si algún día me parto algún dedo no se va a notar demasiado.
   Frases, miradas, textos, sonrisas... todas esas cosas que me dedica la gente y a veces sin querer, me hacen ser la persona más feliz del mundo. Aquí tengo que destacar a la persona que me está alegrando los días y que se ha quedado hasta las dos y media de la mañana conmigo: mi Lokura. Es él el que me dedica los mejores textos que me han hecho nunca, las sonrisas más sinceras que me han regalado y las miradas más dulces e hipnotizantes que he visto jamás. Sencillamente, él es el mejor detalle de mi vida que no dejaré escapar nunca.
   Cicatrices, heridas. Esas cosas... uf, me encantan. Sobretodo tenerlas. Ahora mismo tengo una herida en la rodilla que se me ha puesto muy chunca y he tenido que curármela varias veces en lo que va de día (no suelo curarme las heridas, porque entonces no me dejan cicatriz). Creo que nunca antes se me había infectado una herida de esa forma, pero bueno, ya se curará.

    Pero no todos los pequeños detalles son buenos... los desprecios que me hacen día a día también los noto, además de que me ignoren de forma demasiado descarada o lo que es peor: que me presten atención simplemente cuando a ellxs les conviene. Los ataques bajos hacia mi persona los tengo muy en cuenta exceptuando a dos o tres personas; no por nada, sino porque yo sé devolverlos en los mejores momentos. No se me olvida nada.


   PD: Quizás algunos os habréis dado cuenta, pero tengo otro blog más informal. No, no lo voy a publicar, a quien realmente le guste lo que hago ya se las apañará para encontrarlo. Además, a partir de ahora en este blog no pondré etiquetas. Me da demasiada pereza.

   Eso es todo. Espero poder tener ganas de escribir más amenudo y ¡por favor, inspiración, ven a mí! Muchos besos y esas cosas para lxs seguidorxs fieles, y...
AGUR!

viernes, 12 de julio de 2013

"...y todo vuelve a empezar..."

   En ese momento en el que te das cuenta que no aprecias lo que tienes simplemente porque te has acostumbrado a ello. Cuando te odias simplemente por ser siempre la misma. Cuando dejas de ver con los mismos ojos a todo lo que te rodea. Cuando vuelves a agobiarte cuando la gente deja de prestarte atención y sólo saber relajarte con la autolesión. Sencillamente, es ese momento en el que te das cuenta que necesitas autodestruirte para volver a valorar las cosas, volver a sentirte feliz al ver las sonrisas de lxs que más quieres, volver a ir queriéndote poco a poco y no lo contrario.
   Desear dejar de pensar en el bienestar de los demás aunque sea acosta del tuyo propio. Dejar de ahogarte en tus propios pensamientos simplemente para no molestar y joder a la gente que en su momento lo dio todo por ti. Desear discutir con todo el mundo, cambiar de aires, correr y perderte por las calles de una ciudad nueva. Meterte en lo más profundo del mar hasta no tocar el suelo y que la marea te arrastre hasta el final de todo.

   Sencillamente, desear volver a caer en el infierno en el que estuvistes meses atrás. ¿Por qué? No lo sabes, sencillamente lo ansias. Realmente no sabes lo que dices y deseas algo de lo que te vas a arrepentir, pero te da igual porque lo deseas y lo tendrás, como niña capricosa que eres.
   Probar cosas nuevas con las que te sientes mejor pero a la vez te arrepientes pensando en qué dirían ellxs si supiesen lo que acabas de hacer.

   Estás recayendo, y lo sabes, pero ¿quieres parar? Si no es así, ¿realmente quieres volver a entrar en un infierno? ¿Deseas no dormir por insomnio y cuando lo haces tener pesadillas día sí y día también? ¿No pensar en otra cosa que en llorar? ¿Causar el malestar psíquico de las personas a las que quieres por mera preocupación -aunque realmente no tienen ni idea de nada-?
   Allá tú, pero no creas que yo voy a ayudarte.

jueves, 11 de julio de 2013

Blanca.

   Esta mañana me ha llegado una pregunta a ask que era -la pondré sin faltas de ortografía-: "¿qué significó (o significa) para ti Blanca?", a lo que yo iba a contestar pero mi pereza me ha podido. Aunque eso me ha servido para darle vueltas todo el día y recordar cada momento, cada sentimiento y todo lo que he vivido. Habrán sido... ¿seis? ¿siete? Ocho meses como mucho, sabiendo de su existencia.
   Querido anónimo, si no te molesta, usaré tu pregunta para sacar a la luz todo lo que un día sentí por Blanca Aledo:

   En el verano de 2012 me metí en el tuenti de mi mejor amigo, no por nada, sino por aburrimiento. Se conectó una chica que se llamaba "Blanca", y le salió en recientes. Empecé a hablar con ella y me resultó muy agradable y simpática, por lo que la agregué al mío. El primer día hablamos, pero ya no más. No sé por qué pero no la echaba de menos -tonta de mí, lo que me estaba perdiendo-.
   Un mal día ella vio una videorrespuesta mía en ask en la que me cortaba. En anónimo -yo no sabía quién era, hasta que me lo confesó- me animó mucho. Recuerdo muy bien una frase "deja de hacerlo, un día que no te des cuenta te pueden pillar tus padres y querrán llevarte a un psicólogo. Créeme, contarle lo que sientes a un desconocido no es algo muy agradable". Desde ese día empezamos a hablar más y más, casi todos los días. Nos agregamos a Skype. Cada vez que me contaba algo de ella me encantaba más... y más... poco a poco me hechizaba sin darse cuenta. Hablábamos de tantas cosas tan diferentes al día...
   Un día, hablando del Salón del Manga de Jerez, le dije "de broma" que si iba, le importaría besarse conmigo. Se incomodó y me dijo "María... que soy hetero, eh" y yo le contesté "no, si ya. Era broma". Me respondió con un "pero si cuela cuela, ¿eh?" que me hizo sonreír mucho. Poco tiempo después, le dije por primera vez "te quiero". Me contestó con un simple "y yo a ti también", que me hizo la persona más feliz del mundo.
   Llegó el momento en el que yo sabía completamente que estaba colada por ella. Cuando me saludaba se me ponía una risa tonta en la cara que duraba hasta que me decía adiós. Cuando me mandaba una foto que encontraba por Internet y yo me la imaginaba sonriendo. Cuando hacíamos videollamada y la veía. Era -y es- tan preciosa... tenía una sonrisa que me alegraba el día sólo con verla. Sus manos también eran muy femeninas y me volvían loca. Y su cuerpo, su precioso cuerpo...
   Cuando estaba con ella me sentía realmente bien. Y quería que ella también estuviese feliz. Bueno, eso realmente no: yo quería hacerla feliz. Yo quería ser la que la abrazase y le dijese "yo estoy contigo y nada ni nadie te hará daño", yo quería ser la que le diese las buenas noches todos los días, yo quería ser la dueña de sus labios, de sus miradas, de su sonrisa... yo quería estar con ella en todo, y le daría todo el cariño que nadie le supo dar. Yo la querría como nadie la ha querido antes. La protegería de todo mal, le partiría las piernas al primero (o a la primera) que se atreviese a decirle lo más mínimo, le daría la mano para cruzar la calle y que no le pudiese pasar nada. La trataría como se merece que la traten. Yo la quería.
   Seguíamos hablando, y yo cada día buscaba la manera para decirle lo que realmente sentía, aunque realmente no quería. Entre nosotras había distancia, por ahora, insalvable... y yo prefería sufrir sola que verla a ella mal porque no la puedo acariciar.
   Pasaban los días y yo seguía encoñadita de ella... hasta que llegó el señor Lokillo. Él revolucionó mi mente, y a mí completamente. Él me hizo desengancharme de la droga que era aquella mujer.
   Aunque actualmente sé que si hubiese tenido la oportunidad de salir con ella, me hubiese enamorado perdidamente. Es maravillosa, y me lo sigue pareciendo. Es una de las mejores amigas que tengo, y no la dejaré escapar. La cuidaré como mi pequeño tesoro que es, y esperaré el día hasta poder abrazarla y decirle que la quiero un montón.

   Y eso es casi todo lo que he sentido por ella en este tiempo. No todo, algunas sensaciones, como la que me transmitía el sonido de su risa, cuando me tocaba el piano, cuando "perdía" su tiempo conmigo... son indescriptibles y me las quiero guardar sólo para mí.
   Ahora no la quiero del mismo modo, pero la quiero. Mucho. Y si alguien se atreve a hacerle algo le partiré las piernas.

jueves, 4 de julio de 2013

Palabras bonitas en el momento justo.

"...Pero la belleza de una mirada no se encuentra en la estética de los ojos, sino en el sentimiento que representa. Por tanto, por muy hermosos que se vean tus ojos después de llorar, te veré, siempre, más hermosa cuando sonrías."
- Mi mejor amiga, mi confidente, mi hermana pequeña, mi luz. Mi vida. 

miércoles, 3 de julio de 2013

¡Se me ha encendido la bombillita!

   ¡ATENCIÓN!
   CON EL CONTENIDO SIGUIENTE NO PRETENDO OFENDER A NADIE, SIMPLEMENTE LIBERAR MI IMAGINACIÓN Y... QUÉ COÑO, ¡ES MI BLOG Y YO PONGO LO QUE QUIERO! SI SE SIENTEN OFENDIDOS Y/O ALUDIDOS, SERÁ POR ALGO, PERO NO POR MI CULPA.


   Chan chaaaaaaaan. Damas, caballeros, y otros seres, vengo a anunciaros que esta mañana se me ha ocurrido una idea que sería de lo más fantástico y que me encanta. ¿Conocéis el caso de José Bretón?
-Los niños andaluces secuestrados y "matados" por su padre; Ruth y José-, pues bien: he pensado en hacer un "final alternativo" ya que me encantan estas historias con muchísima trama psicológica y yo soy muy de emparanoiarme con las cosas e imaginarme finales que pueden -o no- ser reales.
   No creo que tarde mucho en colgarlos, es maś, a lo mejor lo hago esta misma tarde, pero os quería tener avisados por si os paseáis por el otro blog y os asustáis.

   Quizás días más tarde explique más cosas del porqué de ese relato (como si tuviera que daros explicaciones, pero bueno, lo haré igualmente), pero hoy no, hoy es sólo aviso.
   Espero vuestras opiniones, ya sea vía comentarios o por ask, ¡un beso!

AGUR!

martes, 2 de julio de 2013

¿Hipster yo? ¡Hipster tú! Hipster, ah ah.

   Bueeeenas chavales. Me encanta desaparecer, ¿eh? Es que estoy de vacaciones en MAIORCA SITI y mi tiempo de Internet lo limito a hablar con gente y... poco más. Pero ahora que no hablo con nadie aprovecho para hacer una nueva entrada para aclarar -y lo que surja- un tema que realmente me toca las pelotas: NO SOY HIPSTER. 
   En primer lugar, no lo soy porque no me lo considero, y si no me lo considero nunca llegaré a serlo; porque las etiquetas que me ponen gente adversa a mí no me sirven de nada, porque puede que lleven o no razón. No me conocéis, no podéis juzgarme ni saber lo que hago detrás de vuestros ojos, así que callaros la boca u os la callaré yo.
   En segundo lugar, mis gafas -son gafas de pasta- son así por diversos motivos: son más cómodas que las pequeñas ya que abarcan mayor espacio visual, la oftalmóloga sólo me sacó gafas de este tipo y fueron las más baratas que había.
   En tercer lugar, el rapado de mi cabeza es un maldito símbolo punk. Me haría una cresta pero por motivos que a vosotros no os importan, no me la hago. Además de que me queda genial, llevaba mucho tiempo queriendo hacer esto, no es mi culpa que se haya puesto de moda ser punk.
   En cuarto lugar, las dilatas, los piercings y los tatuajes me gustan desde que tenía cinco años. No me vengáis ahora con la tontería, porque antes me llamaban rarita por querer llenarme el cuerpo de agujeros y perforaciones, cuando ahora sería la más guay del patio si llevase uno.
   En quinto lugar, me gusta tener mi cámara porque soy de esas personas que cuando se aburren le echan fotografías a todo lo que pillan. Desde un palo hasta a mí misma. Sí, me encanta la buena fotografía, no echarte una foto en frente del espejo con morritos.
   Y, por último, soy anarquista porque veo la única opción posible para salir de esta mierda. Me han hablado del capitalismo, del comunismo, del fascismo... pero la que más se acerca a mis ideas de libertad y justicia, es el anarquismo. Si me apuras, te digo que soy anarkocomunista, porque eso de las Comunas... no lo tengo yo muy claro.


   Bueno, creo que por hoy está todo dicho.
   ¡Ah, sí! No sé si os habréis dado cuenta, pero he empezado una historia -que irá por partes, ya que os habréis dado cuenta de lo extensa que es la primera- llamada Pantera. Después de escribirla entera -no sé cuántas partes tendrá, creo que dos, pero cuando escribo no puedo parar-, si no he llegado a explicar de forma directa o indirecta algunas cosas, haré una entrada. Por ejemplo: el porqué de los nombres de los personajes, algunos lugares, hechos, descripciones... cosas que pueden pasar por alto pero realmente tienen un significado. Por ahora no diré nada para no spoilear, pero no creo que tarde mucho en terminar la historia, así que... en un mes o dos tendréis esa entrada explicativa.
   Ahora sí que terminé.

AGUR!