jueves, 18 de abril de 2013

Sólo los necios se preocupan de las cosas que no pueden controlar.

   Llevo... llevo varios días queriendo hacer una entrada. Estoy leyendo más de lo que solía leer hace un mes, y no sólo libros: también relatos de gente cortos, sacados de respuestas de ask, mayormente. Éstos me llenan bastante y me hacen pensar "si ellos pueden, yo también", y cada vez tengo mejores ideas sobre qué escribir o qué hacer. Realmente echo de menos poder escribir una historia sin pensar "no quiero que lo lean", pues eso es lo que más me fastidia: mostrarle mis sentamientos a alguien que luego me verá la cara y verá quién soy, aunque realmente no lo sepa. Soy una mentirosa que odia la mentira, pero no soy hipócrita. Sé cuando tengo que mentir, sé cuando tengo que ser sincera, sé cuándo tienen que decirme la verdad y cuando me la dicen a medias. No me gusta mentir, pero no me negaré a hacerlo si lo deseo o sencillamente he de hacerlo, pues es un deber. Es el camino. Cada vez me importa menos... o más, sí, a veces más. Cada vez me importa menos o más lo que digan los demás. Siempre depende del día anterior o de momentos anteriores, siempre depende de mis múltiples fallos invisibles para los demás, siempre depende de lo que tenga ganas de hacer y de lo que en realidad acabe haciendo. Sólo quiero hacer unas cosas que no puedo, y últimamente me estoy dando cuenta de que no llevaba razón en nada, excluyendo algunas excepciones muy pequeñas y diminutas. Me doy cuenta de que no puedo hacer lo que quiera, de que las cosas llegan, de que si hay unas leyes será por algo, de que no soy la reina del mundo ni lo seré nunca, de que nadie me ve como realmente soy, de que no tantas canciones me describen, de que no soy tan diferente como me hacían creer... Realmente me doy cuenta de que sí, podría proponerme todo lo que quisiera, pero no todo lo haría y si consiguiera algo, sería con mucho esfuerzo pues no me diferencio en nada a los demás. ¿Aprendo más rápido? Sí, a veces sí, pero me creo tanto que acabo teniendo fallos tan estúpidos que es como si no aprendiera. ¿Entiendo mejor? Sí, también, pero soy demasiado orgullosa para decir que a veces me atasco, pues siempre quiero destacar en todo. ¿Respeto? Eso es lo único que falta y que por suerte, yo aún conservo. Me creo ser lo que en realidad no soy, me creo Felurian y a penas llego a ser una de sus mariposas. Nunca tendré a nadie en la palma de mi mano, pues será esa persona la que sostenga ésta.
   Esto es algo corto y yo desperdicio con estupideces. Soy una necia, pues intento controlarlo todo. ¿Factor sorpresa? Por favor, eso es para incautos que no saben lo que yo llego a ser. ¡FALCIAS! ¡MENTIRAS! ¡INJURIAS! No soy nadie. Si tengo que esperar, he de esperar. Si tengo que obedecer, he de obedecer. Si tengo que insultar, he de insultar. Si tengo que respetar, he de respetar. Si tengo que callar, ¡he de callarme!

  Y esto es sólo un desahogo. Un pequeño pedacito del gran mundo que se esconde en mí.
   Aún por descubrir.

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